domingo, 8 de julio de 2007

Como quitarse el miedo a Invertir

El Inversionista (Mar 07).

A menudo la gente nos contacta con dudas acerca de dónde o cómo invertir, cuáles son los riesgos, o bien, nos confiesan que tienen miedo de explorar nuevas alternativas. Esas preguntas, lamentablemente, en México están más que justificadas: hay una escasa cultura financiera y una larga lista de fraudes en instituciones, como cajas de ahorro y uniones de crédito, además de sonados escándalos bancarios y bursátiles.
Sin embargo, el miedo no es exclusivo de nuestro país. Por ejemplo, en Estados Unidos, donde están mucho más adelantados que nosotros en materia de inversiones, donde abundan boletines, sitios de internet, revistas, instituciones y libros relacionados con el tema, también existen personas que tienen un gran miedo a invertir. Muchos de ellos piensan que para hacerlo con éxito se requiere pasar demasiadas horas frente al monitor para tratar de identificar el momento adecuado para comprar o vender. Miedo que paraliza a cualquiera, pues se vuelven incapaces de tomar alguna decisión con respecto a su dinero.

Conocer nuestros miedos
Como sucede con todas las fobias, el primer paso para poder controlarlas es conocerlas profundamente, acariciarlas, tocarlas. De esta manera, sabremos la forma de vencerlas. A continuación, algunas reflexiones:

1. Darse cuenta de que uno tiene menos control sobre su dinero del que cree.La mayoría de la gente piensa que tiene controlada su situación financiera: que puede pagar esa larga lista de deudas, que el siguiente mes comprará menos, etcétera. Esto evita que se den cuenta de sus verdaderos problemas y, por lo tanto, no los pueden combatir.Por ello, un buen punto de partida para eliminar el miedo a invertir, es reconocer que uno tiene menos control del que cree. Esto en ocasiones no es fácil, y se debe comenzar realizando un estudio a conciencia de nuestra realidad.

2. Conocer nuestro patrimonio neto: activos, pasivos, ingresos y patrones de gasto.Seguramente alguno de nuestros lectores se preguntará: ¿esto en qué me ayuda a combatir mi miedo a invertir? La respuesta es sencilla: conocer lo que se tiene, lo que se debe, cómo ganamos nuestro dinero y cómo lo gastamos nos dará un punto sólido de partida.Sólo conociendo nuestra situación actual podremos identificar aquellas inversiones que se ajustan verdaderamente a nuestras necesidades.

3. Ser capaz de reconocer y articular nuestros sentimientos.¿Cómo nos sentimos con nosotros mismos? ¿Con nuestro trabajo? ¿Con nuestra familia? ¿Cuáles son nuestros sentimientos con respecto al dinero? ¿Para qué lo queremos?Todas estas preguntas nos permitirán conocer de manera concreta cuál es nuestro miedo a invertir, de dónde viene y cómo podremos eliminarlo.

4. Tener alguna persona que nos escuche activamente.Esto es, alguien que nos conozca, que sea proactivo, que nos ayude a entendernos, que nos sepa orientar. Alguien que nos ayude a detectar lo que no vemos de nosotros mismos. Puede ser un amigo, la pareja, un hijo, un ministro, etcétera.

5. Reconocer que uno es responsable de su bienestar financiero.Esto es esencial: toda persona debe comenzar reconociendo que su futuro financiero depende de él, de su trabajo, de sus logros, de sus habilidades y del aprovechamiento de las oportunidades que se presentan. Incluso de sus propias decisiones.Cada activo que tenemos conlleva una responsabilidad: un ejemplo podría ser el crédito que se utiliza para la compra de una casa. Pero el concepto es mucho más profundo: un activo sentimental como el matrimonio o los hijos conlleva también responsabilidades de todo tipo –incluyendo las monetarias– que se deben enfrentar.

6. Aceptar que no existe un modelo simple y único para las inversiones.Mucha gente sigue, para invertir, reglas simplistas y sin un mayor análisis de por medio. Esto es un error. El camino de las inversiones, como todo en la vida, tiene su chiste: uno debe comenzar por aceptarlo y considerarlo con la seriedad que merece, para así comenzar a conocerlo y aprender de él.

7. Buscar incrementar el conocimiento financiero y aprender de sus propios errores.En muchas ocasiones, la mejor manera de aprender es tratando de tomar las mejores decisiones que se puedan, con la información que se tiene a la mano. Como seguramente se cometerán muchos errores, es importante saber aceptarlos y aprender de ellos. Esto siempre representa un paso adelante y, al final del camino, uno de los más importantes.

8. Enfocar las metas.Todos los asuntos sobre gasto, ahorro e inversión son una combinación de tres cosas: los valores, la claridad y la desmitificación.Los valores vienen al principio: nos dicen cómo se quiere vivir, qué queremos hacer con nuestro dinero. La claridad viene después: nos permite ver la manera como vamos a alcanzar nuestras metas. Finalmente, sacudirnos nuestros prejuicios y creencias infundadas que podrían empañarnos el camino al éxito.

9. Valorar las expectativas.Lo que una persona quiere y espera de su vida cambia con el tiempo. Por ejemplo: hace algunos años los mexicanos soñaban con tener una buena casa y comer bien. Ahora, el mayor anhelo es tener mucho dinero.

Recordemos que cuando la vida está equilibrada y se gana buen dinero, las personas suelen motivarse y gastarlo en cosas buenas. Cuando falta ese balance, los problemas son amplificados y es mucho más difícil solucionarlos. Las finanzas personales, al final, son sólo un aspecto importante de la vida, el cual debe ser valorado en su misma dimensión. Obsesionarse demasiado en ellas, dejando de prestar atención a otras más valiosas, puede ser tan desastroso como no hacer nada.Siempre informadoEl miedo a invertir es un problema común: las personas tienden a preguntar a gente sin experiencia cómo manejar su dinero, ya que de esta forma trasladan la culpabilidad de sus errores. Los resultados pueden ser catastróficos.

Planes Educativos

En un mundo tan competido como el nuestro, todos los niveles de educación son muy importantes. En el preescolar y en el básico (primaria), por ejemplo, los niños desarrollan su personalidad, establecen relaciones con todo lo que les rodea y ejercitan estructuras básicas del conocimiento.

En el nivel medio, los jóvenes van obteniendo conocimientos que les permiten entender mejor su entorno. En la educación media-superior aprenden las diferentes formas de pensamiento y consiguen un cierto nivel de abstracción.

Sin embargo, en el nivel universitario es donde nuestros hijos aprenderán las herramientas que les serán de utilidad en el desarrollo de la profesión que ellos quieran desempeñar. Por ello, es importante que, llegado el momento, estemos en posibilidades de ofrecerles la oportunidad de que puedan estudiar en la mejor institución posible, la cual puede ser pública o privada, dependiendo de la carrera que ellos elijan.

Esto, lamentablemente, puede involucrar una importante cantidad de recursos. Los costos de educación, tanto en México como en el mundo, están creciendo a un ritmo acelerado, y siempre más rápido que la inflación. Esto significa que en el futuro, el acceso a una educación de alta calidad será más difícil.

Por ello, es muy importante que nos preparemos. Hay que ahorrar, para que, llegado el momento, podamos apoyar a nuestros hijos a realizar sus sueños y a que tengan mejores oportunidades que nosotros.

Éstas son algunas de las opciones que tenemos para lograrlo:

a) Formar un fondo propio. Este mecanismo nos permite decidir cuánto ahorrar y en qué invertirlo, por lo que, si somos ordenados en el manejo de nuestros recursos, puede ser una extraordinaria opción.Formar un fondo propio requiere de mucha disciplina. Hay que construir ese ahorro poco a poco, y saber invertirlo de una manera inteligente. También se necesita guardarlo y mantenerlo alejado del resto de nuestras inversiones.

b) Planes de ahorro privados, dedicados específicamente para este fin. En el mercado mexicano existen algunas instituciones que ofrecen a sus clientes planes de ahorro muy accesibles, diseñados específicamente para la educación superior de nuestros hijos. Algunos de estos programas funcionan como becas bajo un fideicomiso, en las cuales uno ahorra únicamente por cinco años, y la magia del interés compuesto hace el resto.Además, existen empresas que ofrecen programas en los cuales el cliente tiene acceso a distintas familias de sociedades de inversión, para que sea él mismo quien elija en cuáles invertir.

Estos planes tienen la gran ventaja de que incluyen toda la asesoría que necesitamos y la flexibilidad de poder elegir lo que mejor se adapte a nuestros requerimientos y nivel de ingresos. Sin embargo, cobran cargos por administrar nuestro dinero, lo que impacta de manera directa en los rendimientos de dicha inversión, además de que suelen contener penalizaciones muy severas en caso de que se requiera algún retiro anticipado, ya sea parcial o total.

c) Seguros educativos. Estos seguros suelen tener dos partes:

*** Seguro dotal (parte de ahorro). Va formando nuestro fondo, de tal forma que en cuanto nuestro hijo cumpla su mayoría de edad, se nos entregue la suma asegurada contratada.

*** Seguro de vida temporal. En caso de que lleguemos a fallecer antes del tiempo estipulado, se garantiza que cuando nuestro hijo cumpla su mayoría de edad, se le entregará la suma asegurada contratada, para que pueda hacer frente a sus estudios.Algunos tienen la característica de contar con un fideicomiso de administración de sumas aseguradas, a fin de garantizar que éstas sean destinadas únicamente al pago de servicios educativos para nuestros hijos y no para otros fines.

d) Planes que ofrecen las universidades. Existen algunas universidades que permiten a los padres pagar las colegiaturas futuras (por adelantado) a valor presente. Normalmente no llevan un descuento, son simplemente planes de “pague hoy y estudie mañana”.En estos planes se corre el riesgo de que, llegado el momento, nuestros hijos no quieran estudiar en esa institución. Si eliges esta opción, sé cuidadoso en revisar qué pasaría en ese caso.Con planeaciónMientras más pronto se empiece a ahorrar y se realice un plan para la educación de los hijos, menores serán los montos que se destinarán a este fin.

EL RETIRO QUE SOÑAMOS

En otras ocasiones hemos hablado de la importancia de ahorrar para nuestro retiro. Sin embargo, más allá de esto, no debemos olvidar que existen muchos aspectos de nuestro retiro sobre los cuales tenemos gran influencia. Y varios de ellos son tan importantes, o incluso más, que el dinero que hayamos logrado acumular.

¿Qué es el éxito en realidad?Para algunas personas, el éxito no se mide por la cantidad de dinero que se ha logrado acumular para los años dorados. En realidad, consideran que un retiro feliz es aquél en donde gozan de buena salud, con buenos amigos, relaciones familiares cálidas y cercanas, y con actividades por realizar.

El dinero, desde luego, es importante, pero se necesita mucho más que una situación financiera cómoda para construir un retiro que nos llene como personas. De hecho, pensar demasiado en el dinero puede evitar que tengamos un retiro como el que soñamos. Simplemente porque el estrés, la ansiedad y el enfoque demasiado estrecho puede afectar nuestra salud, relaciones y habilidades para perseguir otros intereses.

¿Quién no ha escuchado acerca de ejecutivos exitosos que se retiran sólo para morir unos pocos meses o años después, con mala salud, soledad o aburrimiento?
Este hecho nos sirve para recordar, de nueva cuenta, que el dinero no es un fin en sí mismo: es sólo un medio para lograr lo que en verdad queremos.

Pero ¿qué pasa cuando el afán por conseguirlo mina nuestras habilidades para lograr lo que soñamos?
Por eso es importante tener un plan financiero que nos permita vivir bien hoy y en los años por venir. Pero éste no es sólo sobre dinero: nuestro punto de partida siempre deben ser nuestros propios sueños, nuestros intereses, nuestras metas. Un plan financiero que se precie debe contener nuestra visión de vida. Más allá del desempeño de los mercados financieros, esto es lo que nos dará el control real de nuestra situación. Incluso, el trabajo que no está directamente relacionado con las finanzas, es lo que en realidad será más importante para nuestra felicidad.

Tener una buena salud
Es realmente obvio el hecho de que muchos aspectos de nuestra salud están más allá de nuestro control. Las enfermedades graves y los accidentes pueden sucederle a cualquiera. Sin embargo, sí podemos hacer algo para reducir problemas serios en el futuro: tener una dieta balanceada, hacer ejercicio, estar en un peso correcto, minimizar los efectos del estrés y revisar nuestro estado de salud de forma periódica, entre otras prevenciones.

La salud física, sin embargo, es sólo una parte. La salud mental e intelectual también son indispensables.
¿A cuántas personas de la tercera edad hemos visto con pérdida severa de memoria u otros problemas mentales relacionados con la edad? Por eso es importante ejercitar nuestro cerebro, y eso lo podemos hacer poniéndonos retos intelectuales. Por ejemplo, practicar la lectura de libros que nos hagan pensar, o bien, podemos poner a prueba nuestro intelecto resolviendo, por ejemplo, rompecabezas.

Todo lo anterior también nos puede ayudar a evitar –o a manejar– la depresión, enfermedad tan común en nuestros días (combinada con terapia y medicación en algunos casos).
La importancia de nuestras amistadesUna forma de combatir la depresión, así como la soledad, es cultivando una serie de amistades en distintos campos. Muchas personas tienen problemas para hacerlo: claman no tener tiempo para dedicarlo a las amistades. Esto es resultado de nuestras vidas, cada vez más ocupadas, y hábitos que nos hacen ser menos flexibles en el tiempo que dedicamos a las diferentes actividades.
Sin embargo, la gente que es feliz en el retiro menciona como una parte fundamental el que cuentan con varios amigos de todas las edades: son uno de sus mayores activos durante esta etapa.

Las amistades de mayor edad pueden servirnos de guía y ejemplo de los tiempos por venir. Con los amigos de nuestra edad podemos compartir una cultura y una forma de ser, mientras que de los más jóvenes siempre podemos recibir ideas nuevas, que nos alimentan y nos evitan ser demasiado necios.

Las relaciones familiares
Algunos abuelos dicen: si hubiera sabido lo divertido que eran los nietos, los hubiera tenido antes. Sin embargo, las buenas relaciones con los nietos dependen siempre de las buenas relaciones que tenemos con sus padres, es decir, con nuestros propios hijos. La mayoría de la gente retirada que es feliz, tiene relaciones muy cordiales con sus hijos, como debería ser, pero también las tienen con otros miembros de la familia, como tíos, sobrinos, cuñadas, etcétera.
Estas relaciones brindan siempre un sentido de pertenencia a un núcleo de bienestar y de estabilidad en un mundo que suele cambiar más rápido de lo que somos capaces de asimilar.

Las buenas relaciones familiares suelen ser una de las inversiones que mejor retribuyen en la construcción de un retiro que nos llene, nos haga feliz y estar en paz.

Nuestros pasatiempos y los sueños por venir

En estos días tan competitivos, llenos de fechas por cumplir o de jefes que nos presionan, pocas personas le dedican tiempo a alguna actividad que realmente les guste realizar.

Sin embargo, la gente que es feliz en su retiro suele decir que uno de los aspectos que más contribuyó en la construcción de esa felicidad, es el haber dedicado en sus días de trabajo intenso, tiempo a otras actividades.

De hecho, para muchos retirados estas actividades o pasatiempos son los que mantienen sus días interesantes y los que dan una razón para levantarse cada mañana. Muchos escriben o pintan, otros se dedican a practicar su deporte favorito, varios más enseñan. Algunos incluso se vuelven voluntarios en instituciones de asistencia o ponen un nuevo negocio. Muchos retirados recomiendan prepararse con bastante anticipación: buscar un retiro gradual, trabajando poco a poco menos horas e incrementando el tiempo destinado a las demás actividades, lo cual hace que el tránsito sea mucho más fácil de llevar.

Tener una verdadera vida
Lamentablemente, mucha gente confía su retiro a la pensión que obtendrá de los sistemas de seguridad social, misma que en la gran mayoría de los casos será insuficiente para mantener la calidad de vida que tanto nos costó construir durante nuestros años laborales. Por ello, a pesar de que en esta colaboración nos hemos enfocado en el lado no financiero de la preparación para el retiro, no debemos dejar de subrayar que el mejor día para empezar a ahorrar para el futuro es hoy.

Hay muchas opciones para hacerlo: desde el ahorro voluntario en las siefores, hasta los planes de ahorro individuales, contratación de pólizas dotales de vida, etcétera.
Pensemos en todo lo que podemos hacer, financieramente o no, para asegurar nuestra felicidad futura. Y seamos fieles a estos pensamientos, particularmente la próxima vez que veamos que el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa bajó, o subió, y nos preguntemos si ese simple hecho nos afectará o no en nuestros tiempos por venir.

Cuando te jubiles
En su etimología, la palabra jubilación se asocia con la alegría. Del latín iubilum, que significa alegría, júbilo, fiesta… El origen del vocablo define el estado que debe disfrutar la persona jubilada.

El Éxito de Jordan

"He fallado más de 9,000 tiros durante mi carrera...
He perdido casi 300 partidos...
Me han confiado 26 veces el tiro ganador... y lo he fallado...
He fallado vez tras vez en mi vida ....
y es por eso.... que tengo éxito"


Michael Jordan

Jordan Failure

Un ejemplo de creatividad sin gran inversión