lunes, 11 de agosto de 2008

Quieres dinero en serio? (Invierte en la bolsa)

Seguramente, muchos de los inversionistas que hace algunos meses ingresaron al mercado accionario mexicano por primera vez, embrujados por el crecimiento registrado en años anteriores, acabaron decepcionándose por la volatilidad que la Bolsa presentó en los primeros meses de 2008, lo que se reflejó en ajustes a la baja.La situación se agrava aún más cuando estos inversionistas, atemorizados ante la posibilidad de tener mayores pérdidas, se deshacen de sus posiciones. No saben que no se pierde realmente hasta que no se venden las acciones. Salen en estampida al menor síntoma de volatilidad, y entonces sí, ahí mismo se cristalizan sus pérdidas. Al ocurrir esto, las personas se quedan con una mala experiencia y, peor aún, con la firme idea de no volver a invertir en la Bolsa. Pasan a formar parte de la estadística invisible de la gente que sólo entra a Bolsa cuando todos los demás lo hacen (generalmente cuando ya está carísima), y que salen cuando todos huyen: la fórmula perfecta para generar cuantiosas pérdidas. Y, lo peor de todo: quedan con un “trauma” bursátil que difícilmente podrán superar.Esperamos que esta no sea tu experiencia. Que nunca la sea. Las bolsas de valores, tanto la de México como la de cualquier parte del mundo, son los mejores destinos para nuestras inversiones, comprobado con absolutamente todas las estadísticas. Pero la gente sigue percibiéndolas con miedo, por su componente de riesgo pero, sobre todo, porque no tienen información de cómo se debe de aprovechar este mercado.
Para cada edad
La vivencia negativa en una plaza bursátil ocurre cuando la gente toma la decisión de invertir en Bolsa, ya sea en forma directa o en fondo de inversión de renta variable (que son los fondos que invierten en acciones), sin tener la información suficiente sobre la naturaleza de este mercado. Desconocen que en él se pueden obtener ganancias importantes en un solo día, pero de la misma manera, se pueden registrar pérdidas considerables en ese mismo lapso de tiempo. No obstante, en esencia el mercado bursátil es ganador, y siempre acabará venciendo a todas las demás inversiones –sigue leyendo y lo constatarás por ti mismo (a)–, y por mucho. Pero es obvio que si uno compra cuando está caro, y vende cuando está barato... ¿qué va a suceder? Por el contrario, si uno permanece por un plazo considerable, dándole tiempo a la inversión de madurar, y sobre todo no cayendo en pánico cada que la Bolsa cae, las ganancias pueden ser espectaculares. Esas son las historias de éxito, que desafortunadamente son muy pocas, y se registran generalmente con inversionistas extranjeros que aprovechan nuestra Bolsa (y todas las demás) para generar rendimientos sobresalientes. Mientras nosotros seguimos medrando en nuestros consabidos temores típicamente mexicanos.Así es, en México existe una desinformación muy extendida sobre las ventajas de invertir en acciones. Y mucho miedo, mucha desconfianza. Es una especie de autosabotaje que sólo se puede curar con información.La inversión en Bolsa es para la gente que a partir de los 25 años de edad desea poner un negocio en el futuro, o comprar una casa, tanto como para quienes tienen 40 años y buscan alcanzar un jubilación que les permita vivir con holgura, o incluso la realizan personas con 65 años de edad que están bien informadas e invierten tratándole de ganar al mercado cotidianamente. Y es que la inversión en Bolsa debe formar parte de cualquier estrategia de inversión, aunque ésta sea conservadora. El mercado accionario no es cuestión de edad, sino de educación y visión de largo plazo.Ahora bien, hay muchos inversionistas que son de largo plazo y no lo saben. Es común que la gente invierta en el corto plazo (cada 28 días) y quede satisfecha con lo que obtiene de rendimientos, porque es adversa al riesgo. Pero si esta estrategia la ha practicado durante los últimos tres, cuatro o cinco años, pues dicha persona es un inversionista de largo plazo, y está perdiendo grandes oportunidades de invertir como tal.Cuando un inversionista con poca experiencia y conocimientos sobre la naturaleza del mercado accionario decide abandonar sus posiciones, la función del promotor de un fondo de inversión –que por lo regular es a donde primero llegan estos inversionistas– es evitar que lo haga, ya que seguramente se retirará con pérdidas y nunca regresará. Esta situación podría resultar demasiado onerosa en el corto plazo, pero si continuara, con una estrategia de inversión de largo plazo, recuperaría lo perdido y acabaría con muy buenos rendimientos.En 2007, y por quinto año consecutivo, la inversión en Bolsa fue la que mayor rendimiento otorgó dentro del universo de todos los instrumentos para invertir: 11.68%. Sin embargo, este crecimiento fue menor al que registró en 2003, 2004, 2005 y 2006, de 43.55%, 46.87%, 37.81% y 48.56%, respectivamente. Esto se debe a que a las plazas bursátiles de otros mercados emergentes dominaron el interés de los inversionistas globales. Algunos de los elementos que colocan a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en desventaja con respecto a otras bolsas del mundo son: falta de reformas estructurales, mayor difusión entre empresas e inversionistas para participar en Bolsa y una mayor penetración y desarrollo del mercado accionario mexicano.En la siguiente tabla podrás corroborar que quien no invirtió en Bolsa a tiempo, dejó sobre la mesa grandes cantidades de dinero, por conformarse con los instrumentos “seguros”, aquellos que, según esto, “no tienen riesgos”. Como puedes apreciar, quien se puso las pilas y no le dio miedo invertir en China, por ejemplo, pues simplemente duplicó su capital en un año. Así como lo lees: 100% de ganancia. Y en Turquía, India, Brasil y otras plazas, del orden de 70%. La BMV no fue la mejor en 2007, pero eso, como siempre sucede con la Bolsa, es temporal.
País
Rendimiento2007 %
Valor demercado(millones de USD)
1. China 110.20 1,489.7
2. Brasil 72.40 839.9
3. Turquía 71.86 1 94.5
4. India 64.82 958.4
5. Tailandia 49.52 168.9
6. Egipto 48.02 74.2
7. Indonesia 45.54 159.0
8. Perú 44.96 53.5
9. Malasia 40.67 231.1
10. Hong Kong 38.93 711.0
35. México 11.83 278.8

Fuente: (1) Morgan Stanley Capital International (MSCI), con información a diciembre de 2007.

Más ganancias, menos emisoras
A pesar de que la BMV en los últimos 20, 10 y cinco años, ha sido una buena oportunidad de inversión, su talón de Aquilessigue siendo el reducido número de empresas que participan el ella. Algunos empresarios prefieren buscar financiamiento en opciones diferentes, o emitir deuda en lugar de acciones.A pesar de que el valor de capitalización del mercado accionario (número de acciones negociadas multiplicado por su precio) como porcentaje del PIB se ha incrementado –en 2002 llegó a representar 16.2% del PIB, mientras que en 2007 fue cercano a 50%–, el crecimiento se debió más al precio de las acciones que a un aumento en el número de emisoras. De hecho, éstas han disminuido. En 1994 se alcanzó el mayor número de emisoras, con 246, pero al término de 2007 apenas sumaron 130. Estas cifras contrastan con las 245 acciones extranjeras que al cierre del año pasado estaban inscritas en el mercado Global de la misma BMV. Esto significa malas noticias por un lado, pero buenas para los inversionistas, pues en la Bolsa mexicana pueden encontrar alternativas de todas las áreas económicas importantes del mundo. Así, en la BMV cotizan 353 valores de renta variable. 245 son acciones de emisoras de EU, Brasil, Inglaterra, Alemania, Francia, Japón, Canadá, Holanda, España, Italia, Australia, Sudáfrica, Argentina, China, Venezuela, Taiwán, etcétera. También hay 108 TRACs (canastas de acciones que replican el índice de una bolsa determinada), que provienen de bolsas de EU, Irlanda, Inglaterra y Canadá.Esta diferencia entre empresas nacionales y extranjeras llevaría a pensar que las extranjeras vienen a desplazar a las locales, sin embargo, no es así. Al revés: amplían el abanico de oportunidades en el mercado mexicano para inversionistas individuales e institucionales (fondos de inversión, siefores, aseguradoras).
En directo, o en fondos
Existen dos formas de participar en el mercado accionario: comprando acciones en directo a través de una casa de bolsa o mediante de la banca privada o patrimonial de una institución financiera, o bien invirtiendo en un fondo de inversión en renta variable, con una operadora de fondos.Para la primera opción, tanto en la casa de bolsa como alguna institución que cuente con banca patrimonial y privada (BBVA Bancomer y Banamex, por ejemplo, cuentan con esta opción), se requiere abrir un contrato de inversión a partir de $500 mil pesos en adelante (hay instituciones que aceptan desde $200 mil).La gente que invierte en el mercado accionario realizando compras en directo, debe seleccionar acciones –pueden ser nacionales y extranjeras– de empresas que se encuentran en diferentes sectores económicos para reducir el riesgo, conocer el entorno económico en que se desarrolla el sector al que pertenece, darle seguimiento a sus resultados financieros, conocer el comportamiento histórico del precio de cada acción para definir tendencias, y contar con el tiempo y conocimientos para darle seguimiento a cada acción. De ahí la recomendación de tener al menos tres acciones y no más de 12 (el número ideal es seis). Por ello, este tipo de inversión directa (“quiero tantas acciones de Cemex, tantas de Televisa”, etcétera) es recomendable sólo para quienes cuentan con un fuerte capital y, sobre todo, que son conocedores.Aunque también se pueden comprar acciones directamente por internet, a partir de $10 mil pesos. Este servicio lo ofrecen intermediarios financieros como Banamex y HSBC. También se puede hacer a través de los portales de Ixe, Scotiabank y Vector, aunque solicitan montos superiores a esta cantidad.En las casas de bolsa también se puede adquirir un Exchange Traded Fund (ETF), mejor conocido como Trac, que es una canasta de acciones referenciada a un índice accionario. En la BMV existe un Trac integrado por empresas que están en el IPC, y en el Mercado Global de la BMV hay listados 108 Tracs internacionales. Los ETFs son una figura similar a un fondo de inversión, pero con mayores beneficios, ya que su operación es intradía y sus costos administrativos son más bajos en comparación con un fondo.Pero si el inversionista carece de tiempo y conocimientos para realizar estas inversiones, la alternativa son los fondos, que además requieren de menores montos de inversión.En el mercado de sociedades de inversión de renta variable se puede participar desde $10 mil pesos, y el inversionista no se preocupa por darle seguimiento a cada acción. Cada fondo cuenta con un grupo de especialistas que seleccionan a las empresas que integran el fondo, y que ellos consideran son las que más se apegan al objetivo de la sociedad de inversión.La mayoría de las más de 30 operadoras de sociedades de inversión tienen fondos en renta variable integrados por empresas nacionales. En tanto, las operadoras que también ofrecen fondos de renta variable internacionales son Grupo Bursátil Mexicano (GBM), Actinver, Banamex, Banorte, BBVA Bancomer Gestión, Compass Group, Gestión Santander, ING Investment, Invercap, Principal Fondos, Prudential Financial, Schroders, Scotia Fondos y Skandia.Cuando se invierte en fondos de inversión en renta variable, hay que considerar su clasificación (agresivos, indizados, preponderantemente deuda, largo plazo), la consistencia en sus rendimientos y la asesoría personalizada que nos ofrezcan. En la tabla Los mejores fondos de renta variable te mostramos las 10 sociedades de inversión con mayores rendimientos en los últimos siete años, y que estuvieron por arriba del rendimiento del IPC.
La Bolsa es la mejor inversión
Para demostrar que la inversión en Bolsa es la que mejores rendimientos ofrece en el largo plazo, realizamos el siguiente ejercicio numérico, efectuado con datos históricos. Si a finales de 1987 se hubieran invertido $10 mil pesos en una canasta de acciones similar a la del IPC, al cabo de 20 años se habrían acumulado $2’795,195 pesos, lo que representaría un crecimiento de 27,852%. En términos reales (descontando el efecto inflacionario) significaría $175,595 pesos, lo que representa un rendimiento de 1,655%.En cambio, si esos $10 mil pesos se hubieran invertido en cetes 28 días –instrumento del mercado de dinero más utilizado por el público inversionista– y capitalizando cada 28 días el monto nominal acumulado, únicamente se habría obtenido $684,435 pesos, es decir un rendimiento de 6,744%, lo que, descontando la inflación, habría arrojado $42,996 pesos, un crecimiento de 330%.Por último, si se hubiera decidido invertir en un instrumento denominado en dólares, como el certificado de depósito (cedes) en dólares, con intereses capitalizables, el monto habría sido de $26,406 pesos, una ganancia de apenas 164% que, si se expresa en términos reales, el monto obtenido hubiera sido de $7,627 pesos: un rendimiento real negativo de 23.7%.O sea, en un caso habríamos ganado un dineral. Literalmente. Dineral. ¿O de qué otra forma se puede definir multiplicar el patrimonio 16 veces? En el otro caso, el de los cetes, habría sido una ganancia “muy segura, sin riesgo”, de apenas una quinta parte (¿no será que el verdadero riesgo es no entrarle a la Bolsa?). Finalmente, la inversión en dólares, tan socorrida por nuestros abuelos, nos habría arrojado una buena –y merecida– pérdida.
Un paso más allá
Ahora vayamos todavía un paso más adelante. Si se tiene el hábito del ahorro en el largo plazo, supongamos que hubiéramos depositado anualmente $10 mil pesos durante esos mismos 20 años. Habríamos obtenido $948,052 pesos (monto real), mientras que el monto nominal acumulado habría sido de $6,576,082 pesos. En estos momentos, destinar $10 mil pesos cada año a la Bolsa es más que factible, ya que son menos de mil pesos al mes. En muchas ocasiones se hacen desembolsos por esa cantidad para la compra de discos compactos, teléfono celular o una comida familiar. Vayamos ahora al futuro: si mantenemos esa cantidad de ahorro fija para los siguientes 20 años, ¿qué pasaría? En principio, resultará más sencillo el ahorro, ya que no será igual depositar $10 mil pesos en 2007 que en 2020.Sin embargo, para que el ahorro acumulado se vaya incrementando, es recomendable que los recursos canalizados a éste se incrementen conforme la inflación. Por ejemplo, si el primer depósito anual fue de $10 mil pesos y la inflación del siguiente año fue de 4%, entonces la siguiente cantidad debería ser de $10,400 pesos. Los beneficios pueden ser amplísimos

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